En AsapScience, un vídeo con algunos datos sobre la ciencia de los troles de internet. Los datos proceden de un estudio sobre 1200 usuarios de Internet, de los cuales un 5,6 por ciento declararon abiertamente ser troles.
Las definiciones varían un poco, pero básicamente un trol (troll) es alguien al que le encanta discutir con ánimo provocativo para molestar a los demás, atraer la atención y cabrear a la gente. Su objetivo es sembrar la discordia.
Tras analizar los datos del estudio resultó que los troles de Internet comparten altos niveles de:
- Psicopatía (trastorno antisocial)
- Narcisismo (sobreestimación de sí mismos y necesidad de admiración)
- Sadismo (placer por causar dolor a otras personas)
Esta combinación hace que los troles sientan gustirrinín comportándose antisocialmente, llamando la atención y haciendo que los demás se enfaden, para lo cual suele bastar una buena discusión con respuestas provocativas, insultos, manipulación o una combinación de todo lo anterior.
El problema es que además la gente suele entrar al trapo y responder a los troles, con lo cual consiguen su objetivo (fastidiar + llamar la atención) a la vez que aumentan el tono de la discusión; si además consiguen hacer daño a alguien, bingo para ellos. Una espiral de troleo es muy difícil de parar y según explican los expertos esa combinación de psicopatía + narcisismo + sadismo alimentada con unas pocas líneas de texto es muy adictiva.
Los más viejos de internet te dirán que tan pronto como detectes que alguien se está comportando como un trol la mejor forma de actuar es ignorarlo completamente. No caer en provocaciones, no contestar y no sentir ningún remordimiento al hacerlo: los troles son insensibles a las críticas, no pueden sentir compasión ni responden a las reglas de convivencia cotidianas.
Don’t feed the troll
Al respecto siempre puedes releer el clásico entre los clásicos: Trolls de Internet, de Timothy Campbell, que ahora cumple 15 años.