La versión revisada de la ley Sinde que han pactado PSOE, PP y CiU sigue siendo igual de mala que la anterior, según opinan abogados expertos en estos temas, sobre todo por dejar, digan lo que digan los políticos para justificarse, a los jueces fuera de la cuestión de fondo.
Pero lo que no ven -o no quieren ver- sus defensores es que además no servirá de nada, ya que muchas de las páginas que pretenden cerrar están albergadas fuera de España, y por tanto fuera del alcance de esta ley, aparte de que nada impedirá que los usuarios sigamos intercambiando enlaces por otros medios.
Lo que tendrían que hacer es tomar nota de lo bien que les va a Apple o a Spotify con la música, a Amazon con los libros electrónicos, de los que ya vende más que en papel, o del éxito de Netflix, que por menos de diez euros al mes permite a sus abonados acceder en línea a montones de series y películas, aunque hay serias dudas acerca de su posible llegada a España por los exagerados precios que tendría que pagar por los derechos de autor en nuestro país, dos o tres veces mayores que en Alemania o Francia.
¿No va siendo hora de que dejen empeños imposibles y de que por fin ofrezcan contenidos que comprar a través de Internet? Porque en la inmensa mayoría de los casos ni queriendo podemos.
{ Publicado originalmente en La Voz de Galicia, donde colaboramos habitualmente, aunque los 1.200 caracteres que me dejaron se me quedaron bastante escasos. Por eso recomiendo encarecidamente la lectura de «La piratería no existe» de Juan Gómez-jurado, que viene a decir lo mismo pero sin limitaciones de espacio. }