No es que pudieran quedar muchas dudas sobre ello tras todo el esfeurzo realizado en los últimos años por Google para desarrollar un más que competente conjunto de aplicaciones basadas en la web, y menos aún tras la presentación de Google Chrome hace nueve meses, pero al fin es oficial: Google está desarrollando su propio sistema operativo, llamado Google Chrome Operating System.
En sus propias palabras, «es nuestro intento de volver a pensar lo que un sistema operativo debería ser»; el anuncio oficial está en Introducing the Google Chrome OS.
Se trata de un sistema operativo ligero, de código abierto, pensado inicialmente para ser ejecutado en netbooks, aunque nada impediría verlo en cualquier tipo de máquina en un futuro cercano, ya que está diseñado para correr en procesadores x86 y ARM; Google está ya trabajando con diversos socios para poner máquinas en el mercado con Google Chrome OS a mediados del año que viene.
La idea es disponer de un sistema ligero que arranque muy rápidamente y que permita a los usuarios un acceso prácticamente inmediato a sus datos, que vivirán en la nube. Para ello utilizará un núcleo Linux con un sistema de ventanas y Google Chrome como «casa» de sus aplicaciones, aunque ciertamente aceptar que se pueda llamar sistema operativo a todo esto requiere una cierta flexibilidad en la aplicación del término.
El utilizar un navegador como componente principal de Chrome OS es muy importante, ya que cualquier usuario de un navegador que cumpla con los estándares podrá utilizar cualquier aplicación para Chrome OS independientemente de que lo haga bajo Mac OS X, Windows, o cualquier otro sistema operativo, lo que para los desarrolladores puede resultar algo tremendamente atractivo, ya que se podrían olvidar de tener que crear distintas versiones de sus aplicaciones para distintos sistemas operativos.
Según Google Chrome OS está diseñado de tal forma que la mayor parte de la experiencia del usuario con él sucederá en la web, y al estar basado en Linux todo el tema de los virus, malware y actualizaciones debería de no tener que ser una preocupación para sus usuarios (y Google no mira a nadie al decir esto).
La idea es sin duda alguna muy interesante, y ya me tarda poder probarlo en el Toshiba NB100 que tengo por casa, pero también tengo claro que no va a ser una solución válida para todo el mundo, al menos no mientras el tema de las conexiones de banda ancha no esté solucionado…
Y viendo los problemas que hay todavía para conseguir conexiones decentes a Internet una vez que sales de los grandes núcleos de población a pesar de todas las promesas del 3G -alguien que conozco lo ha definido ya como 0,03 G- aún falta para que suceda esto.
También viene a poner de nuevo en el tapete el tema de hasta qué punto estamos dispuestos a dejar toda nuestra vida digital en la nube y en manos de otros y cuánto podemos depender de que eso funcione, y como muestra las caídas de Gmail de hace unos meses que parecieron casi el fin del mundo para muchos.
(Vía fesja en Twitter.)
- La lenta carrera de la banda ancha, que no acaba de llegar a todas partes.
- La conquista de los ultraportátiles, uno de los motores de la transición a la «nube».
- Cuando el ordenador está en la Red, sobre la computación en la nube.
- El peligro de estar «en la nube», que tampoco está exenta de sus riesgos.
- Los fracasos de Google, que también los ha tenido.