Por @Alvy — 18 de septiembre de 2005
Si alguna vez te preguntaste qué pasará con todo tu correo electrónico cuando estés muerto, esta parece que es la respuesta, al menos en Estados Unidos (en otros países puede variar):
Un juez sentencia que las cuentas de correo electrónico no mueran con su titular - ¿Qué ocurre con los mensajes que quedan en el servidor del correo electrónico cuando un persona muere? ¿Quién puede verlos o utilizar esa cuenta? ¿Tiene el servidor la última palabra? No. Los derechos sobre el correo electrónico de los fallecidos los fija el juez y, normalmente, pasan a los herederos.
En muchos casos los herederos van a flipar como se quieran leer los correos de los fallecidos, sobre todo de esa gente que lo guarda todo, en una especie de Síndrome de Diógenes digital.