Los comités de Industria, Asuntos Legales, y Libertades Civiles votan mañana en el Parlamento Europeo acerca del tratado ACTA, el Anti-Counterfeiting Trade Agreement, o Acuerdo Comercial Anti-Falsificación, un tratado que sobre el papel, tiene como objetivo luchar contra el tráfico y la venta de falsificaciones de todo tipo, incluyendo la vulneración de derechos de autor a través de Internet.
Pero su proceso de negociación, iniciado oficialmente en 2008 cuando Australia, México, Nueva Zelanda, la República de Corea, y Singapur se unieron a las charlas que venían manteniendo sobre el tema los Estados Unidos y Japón, países que fueron los primeros en ponerse a desarrollar el tratado, Suiza y la Unión Europea, ha sido enormemente polémico porque el contenido del tratado se ha intentado mantener en secreto por todos los medios posibles y solo se fue conociendo mediante filtraciones.
Finalmente los países que lo estaban negociando no tuvieron más remedio que publicar el texto del tratado (PDF 254 KB), y aunque tras las numerosas modificaciones a las que ha sido sometido no es tan malo como las primeras filtraciones daban a entender, en palabras de Michael Geist, profesor de derecho de Internet en la Universidad de Ottawa que leva años cubriendo este tema:
Este informe concluye que el daño causado por ACTA sobrepasa con mucho sus potenciales beneficios. Dado el efecto corrosivo de ACTA en la transparencia de las negociaciones internacionales, el daño a las instituciones internacionales que tratan de la propiedad intelectual, la exclusión de la mayoría del mundo en desarrollo del ámbito del acuerdo, las cantidad de provisiones potencialmente peligrosas, y los dudosos beneficios a la hora de luchar contra las falsificaciones, hay amplias razones para que público y políticos rechacen el acuerdo en su forma actual. Al hacer esto los gobiernos ayudarían a restablecer la confianza en el sistema global de propiedad intelectual y abrirían la puerta a una nueva ronda de negociaciones basadas en la transparencia, inclusión, y toma de decisiones basadas en evidencias.
El resultado de las votaciones de los tres comités será pasado luego al INTA, el Comité de Comercio Internacional, que será el que de la recomendación definitiva al plenario del Parlamento acerca del sentido del voto, votación que probablemente tendrá lugar este verano.
Rick Falvinge ha redactado un texto que se puede enviar a los europarlamentarios implicados que está disponible en Key Europarl Committees Vote On ACTA May 31 – Contact MEPs Now! junto con las direcciones a las que hay que enviarlo para que sea redistribuido a los miembros de los tres comités.
Mi recomendación es pedir que no se apruebe, claro. Pero hay que hacerlo pronto, que solo quedan unas horas para las votaciones de los comités, previstas a las 10:00. 10:30 y 12:00.