Por Nacho Palou — 4 de junio de 2015
En Wired, Google's Ingenious Plan to Make Apps Obsolete,
Los guiños hacia la web durante la conferencia Google I/O fueron demasiados como para enumerarlos todos; impregnaron la presentación. Google Fotos facilita compartir imágenes directamente desde la web. Polymer permite desarrollar aplicaciones web con aspecto de aplicaciones nativas. Las sucesivas apariciones de Sundar Pichai —vicepresidente de Google— fueron un constante recordatorio de que tanto Chrome como Android como Google Apps están bajo la supervisión de la misma persona.
El atractivo de la web para Google es evidente (...) ningún competidor tiene capacidad para derrotar a Google en la web y la web está abierta a todo el mundo y siempre va a estar ahí.
Si ese es su propósito, Google cuenta con toda mi simpatía. Pero un buen primer paso sería que Chrome fuera un navegador web del Siglo XXI —algo más próximo al nunca-suficientemente-apreciado Opera Coast— y no un descendiente conceptual de los navegadores del siglo pasado, con una carga de defectos genéticos que provoca incluso que muchos rehúyan de él.
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En Lucas 15: 13-14 y 17-19, La parábola del desarrollador pródigo,
13 No muchos días después, juntándolo todo el desarrollador, se fue lejos y allí desperdició su talento programando apps perdidamente.
14 Y cuando todo lo hubo malgastado en aprender lenguajes de programación propietarios y en apps; en dispositivos nuevos, en márketing y en herramientas de desarrollo, comenzó a faltarle.
17 Y volviendo en sí, dijo: ¡cuántos desarrolladores en la web tienen abundancia de recursos open source y de lenguajes abiertos, y yo aquí pasando hambre!
18 Me levantaré e iré a a Tim Berners-Lee, y le diré: Tim, he pecado contra Internet y contra la web.
19 Ya no soy digno de ser llamado desarrollador;
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