Una sentencia relacionada con el llamado «derecho al olvido» pretende que por ley se haga algo que en la práctica va a resultar imposible: ignorar la existencia de ciertos contenidos en la red (¿te suena esa situación?)
El caso es que Google, Bing y otros buscadores habrán de cumplir con el espíritu de la sentencia (y convertirse subjetivamente en «jueces», de paso) dejando de ofrecer en sus resultados ciertos enlaces «cuando haya pasado un tiempo prudencial y la información sea impertinente», a petición de las personas afectadas. Al respecto Google ya ha aclarado cómo hará de «juez»:
Se mirarán todos los casos de forma individual, intentando buscar un equilibrio entre los derechos de privacidad de los individuos y el derecho del público a acceder y distribuir información (…)
Y han dicho que no estarán dispuestos a eliminar tan alegremente
(…) información sobre estafas financieras, negligencia profesional, condenas penales o comportamiento público de funcionarios del gobierno.
El caso es que Google ya ofrece un formulario como muestra de «buena voluntad». Y ha recibido 41.000 solicitudes en tres semanas, tal y como cuento junto con otros detalles en un artículo para RTVE.es. Pero si quieres borrar tu pasado recuerda: no solo no es fácil, sino tendrás que armarte de paciencia, porque te van a pedir todo tipo de datos y papeleos.