Un comité del Senado y Congreso norteamericanos estuvo estudiando esta semana si la actuación de las grandes empresas de Internet estadounidenses en China, como los recientes casos de la censura aceptada por Google en sus contenidos para China o el que Yahoo haya podido tener algo que ver en la detención de un disidente, podría constituir una violación de los derechos humanos.
Los representantes de las empresas defiendieron su actitud aduciendo que han de respetar las leyes chinas so pena de que sus propios empleados puedan llegar a ser detenidos o de poder llegarse a ver obligadas a abandonar el país. Además, dicen que a la larga el control que intenta imponer el gobierno chino está condenado al fracaso y que su presencia en China será beneficiosa al ayudar, en la medida de sus posibilidades, a la expansión del acceso a la información en el país.
Por su parte, tanto republicanos como demócratas les dieron bastante caña, llegándo incluso a comparar su actitud con la de los colaboradores del régimen nazi, lo que según la ley de Godwin debería haber provocado el fin de la discusión, pero en lugar de eso el Departamento de Estado norteamericano anunció la creación de una fuerza especial de trabajo para ayudar a las empresas tecnológicas a proteger la libertad de expresión en países como China…
Aunque siempre queda la duda de si los políticos hubieran dado tanta caña a estas empresas en el caso de que no se tratara de China sino de un país, digamos, más amigo y de la cuerda de la administración Bush.
(Vía La Voz de Galicia.)