La mayoría de las personas leen a unas 200 palabras por minuto. Un acuerdo medio de condiciones de uso contiene casi 12.000 palabras. Esto quiere decir que serían necesarios unos 60 minutos de media para leer las condiciones antes de aceptarlas.
Y lo de las 200 palabras por minuto que dice Sonha es para un texto normal. En un texto lleno de «palabros» legales seguro que la velocidad de lectura –ya no hablemos de lectura comprensiva– es menor.
Mis amigos del ramo de la abogacía dicen que eso de que nos hemos leído y entendemos las condiciones de uso de un servicio en Internet al darnos de alta es la mentira número uno de Internet, seguida por aquella de que «sí, soy mayor de edad».
I Agree es una instalación de Dima Yarovinsky en la que, en palabras del autor:
Cogí el contenido de los «términos de servicio» de los principales servicios en línea que utilizamos a diario (incluyendo Facebook, Snapchat, Instagram, Tinder, etc.). Los imprimí en papel A4 estándar con un tamaño y tipo de letra típicos de un contrato. Después de imprimirlos, colgué los papeles en la galería de la academia y añadí el número de palabras y el tiempo que lleva leer cada uno de ellos en el suelo. Mi principal objetivo era enfatizar lo pequeños, indefensos y dañinos que somos contra estas corporaciones gigantescas.
Eso es todo, señoría.