En las últimas semanas nuestros buzones de correo electrónico se han visto inundados de avisos de todo tipo acerca de la entrada en vigor del nuevo Reglamento General de Protección de Datos. Algunos de ellos innecesarios, otros equivocados (por no decir ilegales), otros con copia en abierto a decenas si no cientos de direcciones, lo que ya era incorrecto desde mucho antes del 25 de mayo de 2018 y podía acarrear multas…
En GDPR Hall of Shame hay una recopilación de lo peor de este tipo de mensajes y de las peores consecuencias que está teniendo la entrada en vigor del RGPD como por ejemplo sitios web que cierran el acceso a direcciones IP europeas por si acaso o bombillas conectadas a Internet y ratones cuyos controladores dejarán de funcionar si no das permiso expreso a que recojan no sé muy bien qué datos.
Todo un gran lío montado con la intención de proteger nuestros derechos como usuarios. Algunos enlaces sobre esto:
- Lo mejor y lo peor de la nueva normativa de privacidad, según los expertos
- La resaca del nuevo Reglamento de Protección de Datos: "Esto es un caos"
- Mercado de datos y miedo digital
- El RGPD tiene que ser flexible porque está destinado a perdurar regulando principios que social y técnicamente son movibles
(Vía Susana Lluna).
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