Por @Wicho — 22 de marzo de 2007

Creo que no sorprendió a nadie que las reuniones entre las entidades gestoras de derechos de autor y los fabricantes de dispositivos electrónicos cuyos productos se verán gravados por el nuevo canon digital terminaran sin ningún tipo de acuerdo.

Lo que ya me parece muy curioso es que tampoco hayan sido capaces de ponerse de acuerdo los representantes del Ministerio de Industria y los del Ministerio de Cultura, que es en quienes recayó definir este canon al fallar las reuniones anteriores: El Gobierno confirma el retraso de la implantación del canon digital; supongo que no hace falta recordar que estamos hablando de miembros de una misma administración, que ni siquiera es el caso de un gobierno bi o tri partito.

Ahora, la patata caliente pasa a manos de presidencia, que deberá decir a qué aparatos se aplica el canon y en qué cuantía, aunque, y llamadme mal pensado, sospecho que no dirá ni mú hasta que pasen las elecciones municipales del próximo mes de mayo.

Otro fregado en el que andan metidos estos días políticos y tecnología, lo que por lo general es una mezcla explosiva, es en la aprobación de la LAECAP, la Ley para el Acceso Electrónico de los Ciudadanos a las Administraciones Públicas.

Como prácticamente todos los usuarios que no usamos Windows sabemos, no es raro que haya webs de empresas diseñadas de tal forma que sólo funcionan con Explorer bajo Windows, y poco más nos queda que hacer que fastidiarnos y a las empresas en cuestión perder clientes, pero tampoco es raro que haya webs de esas citadas administraciones públicas que sufran del mismo problema o casos en los que haya que usar necesariamente cierto software sólo disponible para alguna(s) plataformas informáticas para relacionarse con estas administraciones.

También es importante ver qué tipo de decisiones se están tomando a la hora de proyectar este acceso electrónico de todos los ciudadanos a las administraciones públicas, qué coste tienen las distintas soluciones posibles, y si hay alternativas viables al uso de software propietario y comercial.

El tema es extremadamente complejo, pero por si quieres informarte del asunto, te propongo un par de enlaces:

Ahora, veremos qué pasa con las enmiendas que proponen que la administración pública utilice sólo estándares abiertos a la hora de comunicarse con nosotros, los administrados.

Y para acabar con los politiqueos por hoy -y espero que por mucho tiempo, aunque sospecho que no será así- no queda más remedio que hacerse eco de que La ley del libro incluirá un canon por préstamo bibliotecario de 20 céntimos por obra.

Vale que es por una imposición de la Comunidad Europea y que en España los sucesivos gobiernos se han resistido hasta que al final nos impusieron una multa por no cobrarlo, pero que no me tomen el pelo diciendo que ese dinero lo pagarán entre el Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas: La última vez que me contaron para qué valía toda la pasta que me quitan al año en forma de impuestos me dijeron que era para financiar ministerios, comunidades autónomas y esas cosas.

En Holanda, por cierto, y volviendo al tema del canon digital, según nos contaba Dani hace unos días, han decidido que pasan de Europa y «el Ministro de Justicia ha dicho que por ahora ya hay bastante con el canon sobre CD/DVD, y que no va a tolerar otro canon, y que el canon existente sera revisado a lo largo de la nueva legislatura, recien comenzada hace un par de semanas» como por lo visto se puede leer en Geen kopieerheffing op geheugenkaarten (si sabes holandés, claro).

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