Jeff Geerling ha actualizado con una prueba empírica los datos sobre la capacidad de las palomas mensajeras para transportar datos, recreando los clásicos experimentos colombófilos de 2003 y 2009. El resultado es que las palomas vuelven a ganar porque pueden transportar más datos en menos tiempo. Siempre que la distancia no sea inmensa, esto es.
La recreación de un experimento clásico
Como los tiempos han avanzado, las conexiones de internet son más rápidas, pero también es mayor la capacidad de las tarjetas de almacenamiento. Geerling utilizó en concreto 3 pendrives de 1 TB SanDisk Extreme PRO, a los que quitó la carcasa para que pesaran menos para aliviar al pequeño animal.
La velocidad de las palomas mensajeras es de unos 90-120 km/h (similar a la de las golondrinas, siempre que no transporten cocos). El resultado empírico es que la paloma puede transportar los datos unas 800 km en unas 8 horas, mientras que a través de internet se tardan unas 10 horas. ¡Victoria para las palomas!
Si la distancia aumenta mucho, la cosa cambia porque internet demuestra mayor poderío. Como prueba «intermedia», por decirlo de alguna forma, el autor del estudio se disfrazó de paloma y se subió a un vuelo comercial que partía de Toronto. De algún modo, eso también es (ejem) «una paloma transportando datos». Esto proporciona una velocidad superior al ave, que podría ganar «volando» a su digital competidor hasta una distancia de unas 5.000 millas, en las mismas 10 horas.
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