Por @Wicho — 26 de marzo de 2019

Resultado de la votación
Resultado de la votación - vía Julia Reda

El Parlamento Europeo ha decidido, por 348 votos a favor y 274 en contra, adoptar el texto de la nueva versión de la Directiva sobre derechos de autor de la Unión Europea. La idea, entre otras cosas, es actualizarla para tener en cuenta «avances» como Internet y las mal llamadas nuevas tecnologías que permiten a prácticamente cualquiera convertirse en un productor de contenidos.

Pero para muchas personas resultan preocupantes un par de artículos que pueden cambiar significativamente Internet. Se trata de los infames artículos 11 y 13, ahora convertidos en el 15 y el 17.

Si no pagas no lees

El Artículo 15 (antes 11) permitirá a los editores de prensa reclamar compensaciones económicas enlazar sus contenidos si al hacerlo incluyes cosas como el título del artículo con el que enlazas o previsualizaciones al estilo de las que hace Facebook o pequeños extractos como los de Google. Según el resumen de Julia Reda, una de las más firmes opositoras a estos dos artículos, todo hay que decirlo:

  • La reproducción de más que «palabras sueltas o extractos muy cortos» de noticias requerirá una licencia. Esto probablemente incluirá muchos de los fragmentos que se muestran comúnmente junto a los enlaces de hoy en día para dar una idea del contenido al que llevan. Tendremos que esperar y ver cómo los tribunales interpretan lo que «muy corto« en la práctica; hasta entonces, los hipervínculos (con fragmentos) quedarán en una incertidumbre jurídica.
  • No se hacen excepciones ni siquiera para los servicios gestionados por particulares, pequeñas empresas o entidades sin ánimo de lucro, que probablemente incluyen cualquier blog o sitio web del que se obtenga dinero.

Con todo este artículo 15 nos lo podríamos «saltar» cambiando la forma en la que enlazamos –aunque eso implique dar menos información en el propio enlace– o decidiendo a quién enlazamos, dejando de hacerlo a aquellos editores que pretendan cobrar por ser enlazados.

Filtrando

Pero el Artículo 17, antes 13, exigirá, de nuevo según el resumen de Julia Reda, que:

  • Los sitios comerciales y las aplicaciones en las que los usuarios pueden publicar material deben hacer «todos los esfuerzos posibles» para comprar licencias de forma preventiva para cualquier cosa que los usuarios puedan cargar, es decir, todo el contenido protegido por derechos de autor en el mundo. Una hazaña imposible.
  • Además, todos los sitios, salvo unos pocos (tanto los pequeños como los muy nuevos), tendrán que hacer todo lo que esté en su mano para evitar que se ponga en línea cualquier cosa que pueda ser una copia no autorizada de una obra que un titular de derechos haya registrado previamente en la plataforma. No tendrán más remedio que instalar filtros de carga, que por su naturaleza son caros y propensos a errores.
  • En caso de que un tribunal considere que sus esfuerzos en materia de obtención de licencias o filtrado no son lo suficientemente rigurosos, los sitios son directamente responsables de las infracciones como si las hubieran cometido ellos mismos. Esta amenaza masiva llevará a las plataformas a cumplir en exceso con estas normas para mantenerse en el lado seguro, lo que empeorará aún más el impacto en nuestra libertad de expresión.

Y esto es todo mucho más complicado y preocupante que lo que dice el artículo antes conocido como artículo 11. Porque si ya en la actualidad los algoritmos de detección de posibles infracciones de propiedad intelectual fallan tener que filtrar a priori todo es receta segura de problemas. Y parece poco probable que las plataformas que albergan contenidos vayan a poder aplicar otra solución que no sea ese filtrado previo si no quieren que sus esfuerzos sean considerados insuficientes. David Bravo lo explica muy bien en Salva tu internet.

En cualquier caso viene ahora un periodo de dos años en los que los países miembros de la UE tendrán que trasponer el texto aprobado a su propio sistema legal. Así que habrá que ver en qué para todo esto, entre otras cosas porque la redacción de la Directiva no es precisamente clara:

David Bravo, Julia Reda y la Plataforma en defensa de la libertad de información, entre otros, seguirán luchando en contra de todo esto, lucha que con toda seguridad terminará en los tribunales. Pero el resto de personas que tenemos derecho a voto podemos tomar nota de quién ha votado qué en este caso y en el de la recopilación de datos para hacer perfilado político.

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