Por @Alvy — 9 de marzo de 2017

El nuevo reCaptcha de Google es una especie de «captcha sin captcha», una forma de distinguir si quien quiere acceder a un servicio o página es un ser humano o un robot pero sin mostrar un «reto» para comprobar su humanidad (marcar fotos, teclear letras, etcétera). En otras palabras: funciona automáticamente y es invisible.

Esta idea es interesante pero inquietante a la vez: por un lado es muy práctica y ahorrará tiempo (seguramente funcione bien el 90 o 95% de las veces) pero por otro lado plantea interrogantes sobre cómo lo hace. Se sabe que el reCaptcha actual utiliza diversas técnicas «invisibles» como comprobar los movimientos del ratón o el dedo al hacer un clic, la velocidad del movimiento, las pausas, precisión, scroll, etcétera – generalmente de forma personalizada para cada usuario. Si no hay que hacer clic en ningún sitio probablemente será porque esté utilizando algunas de estas variables pero no otras.

Esto abre un nuevo mundo de extraños escenarios en los que tu ordenador puede decidir si eres digno o no de la humanidad suficiente como para utilizarlo. Normalmente existirá la alternativa de teclear una contraseña especial o pasar otro tipo de prueba (por si lo primero no funciona), pero podrían producirse situaciones tan extrañas como las de los lectores de huellas dactilares. También podría pensarse en futuras versiones que te impidieran usar el ordenador o dispositivos como el móvil o el coche a la hora de enviar mensajes, acceder al banco o desplazarte, en caso de que las máquinas detecten que estás borracho, enfurecido o dormido (por imaginar algo).

Habrá que esperar la siguiente remesa de memes que seguro empezarán a hacer las rondas por la red y a ver en su implementación qué tal funciona – y qué situaciones raras se producen. ¿Podrá alguna máquina superar los retos?

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