Pocas veces un ministro de un gobierno ha causado una reacción tan fuerte antes de haber jurado su cargo como Ángeles González-Sinde, presentada hoy por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero como su próxima ministra de cultura: Ángel Gabilondo, Trinidad Jiménez y González Sinde, principales novedades del Gobierno.
Quizás cabría esperar un cierto margen de cortesía antes de opinar sobre la adecuación de cualquier persona al cargo para el que ha sido propuesta, pero las declaraciones hechas por la señora González Sinde en el pasado acerca del canon digital, las descargas a través de Internet y su posición favorable a un sistema de tres avisos como el que está a punto de ser aprobado en Francia, o la necesidad de limitar la velocidad de los accesos a Internet, entre otras, han hecho que en apenas unas horas la Internet española haya reaccionado con un rechazo frontal frente a este nombramiento, incluso por parte de personas que raramente tratan temas de política.
Sin ningún orden en particular y sin pretender ser exhaustivo, lo que sería imposible:
- Una radical en el ministerio de Cultura (Caspa.tv).
- Una pesadilla: Angeles González-Sinde, ministra de cultura (Enrique Dans).
- Ángeles González-Sinde, la nueva Ministra de Cultura que no entendió nada (Eduardo Arcos en ALT1040).
- Ángeles González-Sinde no puede ser Ministra (Act. 1) (Sonia Blanco)
- El día que Zapatero perdió Internet (Julio Alonso).
- La elección de González Sinde una provocación de Zapatero contra Internet (Asociación de Internautas, con un montón de enlaces más).
- Una ministra del siglo pasado cuando necesitamos innovación (Error500)
Y, naturalmente, no se ha parado de hablar de ella en Twitter, y ya hay un grupo en Facebook llamado Ángeles González-Sinde pírate con cerca de 1.300 miembros.
Me gustaría que todos nos equivocáramos en esta apreciación, pero desde luego poner al frente del ministerio a alguien que es parte interesada en el tema de Internet y las redes P2P precisamente cuando hay tanto que discutir sobre el tema ciertamente no presagia nada bueno.
- Dudas razonables a la hora de legislar las descargas en la Red, lo que no parece ser un problema para algunos gobiernos.
- La Unión Europea rechaza la denegación del acceso a Internet como sanción, a ver si sirve de algo.