Por @Wicho — 20 de febrero de 2007

Hace unos años parte de los usuarios de Internet españoles organizaron un google bombing contra la SGAE de tal modo que si introducías la palabra «ladrones» en el cuadro de búsquedas de Google y pulsabas el botón «Voy a tener suerte» terminabas en la web de la SGAE.

En su momento parte de la comunidad angloparlante también hizo lo mismo con la biografía oficial de George W. Bush en la web de la Casa Blanca y la búsqueda «miserable failure», y al final estos y otros google bombings llevaron recientemente a Google a cambiar el algoritmo que establece el orden en el que aparecen las páginas cuando haces una búsqueda para desactivarlos o cuando menos dificultarlos, con el efecto colateral de que ahora la primera página que sale en Google cuando buscas SGAE ladrones es una anotación de Julio Alonso que habla sobre el google bombing en cuestión titulada SGAE = ladrones. De hecho, la anotación de Julio es la que sale ahora mismo si pulsas «Voy a tener suerte» al buscar «ladrones».

Esto, a su vez, ha llevado a la SGAE a enviar un burofax a Julio, tal y como cuenta él mismo en A la SGAE no le gusta Merodeando, en el que exigen la retirada de esa anotación bajo la amenaza de comenzar acciones legales contra él en caso de no hacerlo, acciones legales que en cualquier caso se reservan, con lo que aunque Julio retirara la anotación la SGAE podría igualmente ir a por él.

Julio, por su parte, ha puesto el caso en manos del Bufet Almeida, que a su vez ya se ha puesto en contacto con la SGAE «argumentando que los contenidos son meramente informativos y para nada constituyen difamación o incitación alguna», mientas que anotación en cuestión sigue en línea.

Este es precisamente el tipo de comportamiento que en la mesa sobre blogs y ética del Encuentro Blog España comentábamos que temíamos que pudiera empezar a darse cuando las grandes empresas o sociedades se dieran cuenta de que este tipo de comunicaciones podían servir para intentar hacer callar a la gente, tuvieran base legal o no para hacerlas o sostenerlas, aunque en el caso de Julio no haya sido así ni lo haya sido en el de Comunitel vs. Bandaancha.st.

De hecho, yo diría que en este caso a la SGAE le ha salido el tiro por la culata, ya que seguro que estos días aparecen un montón de anotaciones en la blogosfera hispana informando del tema en los que salen las palabras ladrones y SGAE que es posible que incluso desplacen a la anotación de Julio de ese primer puesto.

¿Qué va a hacer la SGAE entonces? ¿Ponerse a enviar burofaxes a todo el mundo? Pues ánimo, que poniendo SGAE ladrones en Google «sólo» salen 214.000 páginas. Y ya puestos, ¿por qué no denuncian a Google?

Para mi que se acabó aquello de poder amordazar a la gente con sólo amenazarla.

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