Por @Alvy — 2 de noviembre de 2021

Low Tech Site

Me crucé con interesante y un poco viejuno pero atemporal artículo de Low-Tech Magazine titulado How to Build a Low-tech Website? (Cómo construir un sitio web de baja tecnología). En él se describe cómo crear páginas web para albergar en un servidor que busque el consumo energético más eficiente posible. Que gaste menos que un mechero, vamos, algo muy de moda dadas las circunstancias energéticas por las que atravesamos últimamente. La idea básica son páginas web estáticas y ligeras, estilo blog –que no necesitan mucha capacidad de cómputo– en un servidor web que funciona con energía solar a baterías y que incluso para ahorrar puede funcionar sólo «a ratos».

Entre otras cosas el artículo explica cómo se aplican todos estos principios (lo pusieron en marcha en su propio blog):

  • Diseño HTML sencillo, con un tamaño/peso de las páginas que es 5 veces más reducido de lo habitual.
  • 100% alimentado por energía solar «real».
  • Páginas estáticas, sin base de datos, almacenadas en un disco duro.
  • Imágenes con dithering, de 4 niveles de gris, más ligeras.
  • Tipografías por omisión. ¡Oh, Times Roman!
  • Sin logotipo.
  • Sin anuncios, cookies, ni seguimientos.
  • Con versiones offline (¡incluso en papel!)

El servidor es un Olimex A20 computer con un procesador de 2 GHz, 1 GB of RAM y 16 GB de almacenamiento. Corre Armbian Stretch (Debian) y está conectado con fibra de 100 Mbps a Internet. Y con eso tira de sobra, consumiendo sólo un máximo de 2,5W.

¿Y cómo es eso de que funciona «a ratos»? La energía proviene de una batería de 12V y 7Ah que se recarga mediante un panel solar con una potencia de 50 Wp. Teóricamente como el servidor es de bajo consumo y todas las páginas están en el disco duro en estático y no requieren mucho más puede funcionar hasta 24h. Pero los días que no hace sol no se recarga de modo que la disponibilidad depende del tiempo que haga en Barcelona (que es donde está situado). Así han calculado que a veces estará simplemente apagado, pero es algo que no debería suceder más allá de 1 ó 2 días seguidos. En total son unos 30 días offline al año, que sería un 8% del tiempo. Así que a tomarlo con filosofía pensando que si no está ya volverá, y que el coste energético de mantenerlo al 99,99% del tiempo a veces simplemente no merece la pena.

Definitivamente es una interesante filosofía de ahorro máximo y funcionamiento low-tech alternativo, que si bien requiere sacrificar algunas cosas (un sistema de contenidos para gestionarlo, imágenes en color, tipografías chulas) tiene otras que pueden ser importantes si la energía disponible es extremadamente poca o extremadamente cara. Como solemos decir, lo importante es el concepto tras estos proyectos tan peculiares.

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