Por @Alvy — 14 de agosto de 2016

El primer intento no es gran cosa, pero con la práctica se consiguen buenos resultados y a la segunda sale la «toma buena» y cientos de piezas por los aires. Al fin y al cabo también es cierto que los Slow Mo Guys son expertos en grabaciones, no en lanzamiento de aviones.

En la primera toma el avión ya sale roto de las manos del lanzador, aunque contaban con el plus de haber «incendiado» uno de los motores. En la segunda todo va más rodado (ejem, hacia abajo) y la lluvia de Lego es bastante espectacular, la verdad.

Para terminar de hacer un poco el rocían los restos con un poco de gasolina a la que pegan fuego (¡niños, ni en broma hagáis esto en casa!) con lo que consiguen unas últimas tomas del efecto incendio tras tan aparatoso «accidente».

La daríamos un +1 si se hubieran currado un poco más bonita la «ciudad»; otra vez será.

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