Las primeras veces que vi pasar menciones al viaje trasatlántico del HMS Adventure, un barco pirata de Playmobil, no me creí nada pues recuerdo haber ayudado a un primo mío a montar uno que le trajeron los reyes hace años y no es precisamente un barco muy marinero.
Pero resulta que los padres de Ollie y Harry Ferguson les ayudaron a tunearlo, añadiendo lastre en la parte inferior para que se mantenga erguido y rellenando el casco con poliestireno expandido (corcho blanco, vaya) para aumentar la flotabilidad, así que la cosa empezó a sonarme más plausible.
Y es que en realidad este no es el primer viaje del Adventure, que ya cruzó desde Escocia a Dinamarca y desde allí a Suecia y desde allí a Noruega, ya que porta instrucciones para que quien lo encuentre lo vuelva a botar. Además, una vez vuelto a botar en Noruega la tripulación del Christian Radich, el buque escuela de la armada del país, lo izó a bordo para llevarlo a un sitio en el que pudiera ampliar sus horizontes.
El Christian Radich volvió a botarlo frente a las costas de Mauritania el 8 de noviembre de 2017 y, sorprendentemente, ahora está a punto de llegar a América del Sur tras haber estado a punto de tocar tierra en las islas de Cabo Verde, algo que se puede saber porque lleva a bordo un dispositivo de seguimiento vía GPS que transmite su posición una vez al día.
Cuenta su padre que una de las primeras cosas que hacen Ollie y Harry al llegar del colegio –si no la primera– es preguntar si hay novedades de Adventure, que ahora está a unos 185 kilómetros de la costa de la Guayana Francesa. Pero al equipo de navegación de a bordo le queda poca batería, así que si no llega a tierra pronto es posible que lo pierdan para siempre, aunque nunca se sabe. Si lo recuperan lo pondrán a punto para intentar cruzar el Pacífico.
Toda una aventura para estos dos niños. Y para quienes algún día lo fuimos.