Por @Alvy — 13 de agosto de 2019

Pippin Barr / Chesses

Pippin Barr tiene una interesante página sobre ajedreces experimentales, ocho juegos distintos en total, donde las reglas son un poco distintas. Resultan a cual más imaginativo y divertido y se pueden jugar online.

Hay uno en el que las piezas se clonan, de modo que con cada movimiento surge una nueva pieza. Es justo lo contrario del ajedrez loco, en el que tras capturar una pieza con otra ambas desaparecen. En un punto intermedio hay una versión de ajedrez aleatorio en el que al elegir qué pieza se va mover ésta cambia al azar. Las partidas son de una duración… indeterminada, porque a veces la complejidad y número de piezas aumenta y a veces disminuye.

Pippin Barr / Chesses

Luego está el ajedrez abarrotado donde hay una pieza en cada casilla del tablero, generada cuidadosamente para que ningún rey esté en jaque. Aquí todo se descontrola y se lía parda al instante; comer y comer sin fin parece la única solución. En el ajedrez ligero, en cambio, tras tocar una pieza se mueve al azar entre todas las casillas posibles, de modo que hay que «pensar menos».

Pippin Barr / Chesses

Finalmente están mis tres favoritos: el de momentum que después de mover la pieza continúa desplazándose como si hubiera inercia, el ajedrez con gravedad –se juega de izquierda a derecha– donde las piezas están sujetas a la ley de la gravedad y si tienen espacio para caer lo harán irremediablemente, y finalmente el ajedrez cuántico donde tras tocar una pieza aparecen copias en todas las posiciones que podría haber ocupado siempre que según las reglas sean válidas. Schrödingger estaría orgulloso.

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