Por @Alvy — 23 de abril de 2019
Tan simpáticos como ingeniosos, la mayor parte de estos objetos que nos enseña Tim Rowett de Grand Illusions son autorreferentes –o casi– debido a su peculiar forma y función, o a los textos explicativos que incluyen, algunos de los cuales son casi juegos de palabras.
- Una octavilla publicitaria que encontró en su buzón, con publicidad acerca de un servicio de reparto de octavillas.
- Un abrelatas que se vende dentro de una lata.
- Las velas de cumpleaños que son extintores en miniatura.
- Un sacacorchos que está dentro de la botella tapada con un corcho.
- Nada. Bellamente empaquetada. Esa me recordó al clásico libro The Book of Nothing que es básicamente un cuaderno en el que no hay escrito nada.
- Un globo inflable con de grandes letras: E-G-O, para quienes tienen el «ego inflado».
- La máquina definitiva, el ejemplo supremo de máquina autorreferente ideado por Minsky y Shannon.
- Y unos cuantos más…
Uno de mis favoritos de los que enseña es uno muy fácil de «construir»: una caja de «cinta de celofán invisible» en cuyo interior… bueno, obviamente no se ve nada porque para algo es invisible.
Relacionado:
- Poliominós autorreferentes
- Fractales fractales y otras visualizaciones autorreferentes
- La predicción autorreferente de Timehop
- El reloj autorreferente
- El teléfono móvil autorreferente
- «África» sonando en algún lugar de África para siempre
- ¡Cof, cof! El efecto Droste y la autorreferencia
Otros interesantes vídeos de Tim Rowett comentados antes por aquí: