Con la paciencia de un carpintero, el buen gusto de un diseñador y los conocimientos de un hacker de la electrónica Ochre Jelly construyó este disfraz de TARS uno de los metálicos robots de Interstellar. Las pantallas son auténticas y tan solo hace falta que el «operador» se esconda en la parte de atrás para manejarlo y hacerlo andar. Demasiado complicado sería meter dentro a una persona (como sí se hizo en Star Wars con C3PO y R2-D2), pero quien sabe si en alguna versión futura…
En película aparecen tres de estos robots: TARS, CASE y KIPP, aunque TARS se lleva todo el protagonismo. Se da la circunstancia de que durante el rodaje el método que se utilizó para que los movimientos fueran realistas es exactamente el mismo que en este disfraz, con la diferencia de que allí se eliminó al actor que lo manejaba en la fase de post-producción. En la VidaReal™ no hay post-producción. (Una pena, ¿no).