Nos vamos a hartar de aquí a fin de año a ver adelantos y detalles de la séptima entrega de Star Wars algunas están siendo geniales. He aquí al droide BB-8, uno de los supuestos modelos sucesores del pequeño R2-D2 al que casi, casi, supera en simpatía y desde luego en habilidades.
La cabeza está «separada» del cuerpo y se mantiene suavemente y en equilibrio, lo cual contribuye a un efecto increíble cuando se desplaza por el escenario. Eso y unos movimientos infantiles y con cierta capacidad empatía hacen el resto.
En cierto modo recuerda a las habilidades de los robot-bola que se han desarrollado en los laboratorios. Sus creadores todavía no han explicado cómo funciona exactamente, ya sea mediante algún ingenioso mecanismo magnético (lo más probable) o bien mediante el uso de giroscopios y avances robóticos de última tecnología el efecto es sensacional.
Lo que está claro es que si se pusiera a la venta (o cuando lo pongan a la venta) sería uno de lo más claros «¡Cállate y toma mi dinero!» de la historia.
Actualización (noviembre de 2015): Ya hemos podido probarlo y aquí están nuestras impresiones: Droide BB-8 de Sphero: el más adorable robot tecnológico que el dinero pueda comprar.