Por @Alvy — 9 de marzo de 2017

De profesión contable, Adrian Fisher decidió que su vida sería más completa si se dedicaba a hacer lo que le gustaba: diseñar laberintos. Ya lleva creados unos 700 en 40 países distintos, como el Marlborough Maze del Palacio Blenheim, laberintos con láseres o la espectacular Torre Laberinto de Dubai. Es su web personal hay muchas otras creaciones de este tipo.

Según dice en este minireportaje de Great Big Story, un laberinto es una red en que el creador elige dónde empieza y dónde acaba y donde el objetivo es hacer que la parte intermedia sea lo más enrevesada posible. En la práctica también es interesante ir dejando «pistas» a lo largo del camino – un camino que disfrutarán millones de personas en el futuro.

En su opinión, los laberintos satisfacen nuestro más profundo deseo de exploración y hacen bueno aquello de que lo más importante es hacer camino al andar.

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