Esta versión a escala del RMS Titanic mide más de 2 metros, pesa 15 kg y contiene unas 8.500 piezas de Lego. Su propietario decidió hacer una prueba de hundimiento a semejanza del original (iceberg no incluido) a ver qué sucedía.
Las piezas probablemente no quedaran demasiado dañadas –aunque a veces tras pasar por agua adquieren un extraño olor permanente– pero lo que sí que pudo observar es que esta versión no se partió por la mitad como le sucedió al original. Naturalmente, nada tienen que ver en cuanto a resistencia de materiales y estructura interna, así que eso tampoco es que diga gran cosa al respecto. De hecho para que se hundiera bajo las aguas tuvo que llenarlo de pesadas monedas que hacían de lastre.
El vídeo le quedó muy chulo, eso sí… ¡Tiembla, James Cameron!