Otra curiosidad del lenguaje: conviniendo que los adjetivos se dividan en autológicos (que son los que se describen a sí mismos, como por ejemplo «breve») y heterológicos (que no se describen a sí mismos, como «monosilábico») cuando se considera la cuestión de si «heterológico» es un adjetivo autológico o heterológico sucede algo realmente paradójico.
Esto se llama la Paradoja de Grelling-Nelson. Nos la explicó Carlos en un correo electrónico (¡gracias!)
Otra curiosidad linguística que no tiene nada que ver pero que me hizo gracia nos la mandó Pecochico:
Por qué llaman cómoda a la cómoda que hay al lado de la cama, si es más cómoda la cama que hay al lado de la cómoda?
{Publicado originalmente en Microsiervos en diciembre de 2007.}