Por @Alvy — 29 de octubre de 2015

Construida con «líquidos lentos» como el sirope, tortugas que caminan a paso de ídem, helados que deben descongelarse, relojes, hierba que ha de crecer con calma y un largo etcétera llega esta máquina de Rube Goldberg –como tal, perfectamente inútil aunque relajante– necesitó 6 semanas, 3 días, 7 horas y 2 minutos para completar el recorrido.

Aunque la velocidad lenta tiene su gracia al menos comprimieron la acción a cámara ultrarrápida en algunos tramos – porque si no ver el proceso al completo hubiera sido un poco… «pesadito» por decir algo. Por no hablar del dineral en almacenamiento y la transferencia de datos que hubiera gastado YouTube.

Aquí la explicación de su autor, Bob Partington sobre cómo fue el proceso de invención de este curioso mecanismo.

Más máquinas de Rube Goldberg (siguiendo los enlaces):

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