A Pleo lo mató la crisis -o la mala gestión de sus creadores- pero ahora ha renacido como Pleo RB (reborn) y, aunque tiene las mismas características físicas que el robotijo original, dicen que es más «listo».
Funciona como un tamagotchi pero programable e «inteligente»: reconoce voces y gestos, tiene «personalidades descargables» y esas cosas que hacen hoy en día los robots-juguetes dométicos.
Como bonus también tiene un poco de «muñeca repollo»: al parecer los colores de los ojos y piel se combinan en diversas tonalidades de modo que cada Pleo es único e inimitable. El precio: a partir de 325 euros + complementos.