Por @Wicho — 3 de junio de 2020

Me ha encantado reencontrarme con Myst en la Switch casi treinta años después de haberlo conocido bajo Mac OS 7 o quizás 8 y con la peculiaridad de que venía en CD-ROM. Fue, si no recuerdo mal, el primer juego que vi en ese soporte. realMyst: Masterpiece Edition es una versión mejorada publicada en 2014 con la gran diferencia respecto al original de que en vez de mostrar una escena estática tras otra en su caso se puede explorar todo el universo del juego en 3D, caminando por donde quieras.

La versión para Switch, que acaba de salir con un precio de 19€, ha sido reescrita para sacar provecho a la consola y sus mandos, aunque también se puede jugar en modo táctil tocando la pantalla para desplazarse… lo que a veces viene muy bien (más sobre esto dentro de unas líneas). Pero en lo demás es fiel al Myst original con la salvedad de que incluye algunos pequeños cambios en la trama y en el final para enlazar con Riven, la secuela de Myst lanzada en 1997. Estos cambios ya están incluidos desde la primera versión de realMyst: Masterpiece Edition, no son cosa de la versión para Switch.

Al principio del juego apareces en una isla sin saber muy bien qué hacer más que moverte de un lado a otro. Pero poco a poco vas descubriendo los edificios y otros elementos que hay en ella. Y también poco a poco, según vas tocando cosas y leyendo, vas descubriendo cómo se relacionan y qué te permiten hacer. Y con ello la historia que hay detrás del juego. Y con ello cómo visitar las otras eras a las que tienes acceso desde la isla.

Una de las cosas que más me agradan de Myst es que no tienes la presión del tiempo agobiándote ni la posibilidad de que te maten. Tampoco te puedes quedar atrapado en ningún sitio. Ni tienes que visitar las distintas eras en un orden determinado. Simplemente es un juego para disfrutar de él despacio. Y a veces para dejarlo un rato o dos mientras tu subconsciente le da vueltas al problema que te tiene parado.

Era mecánica - Cyan
Recién llegados a la Era mecánica - Cyan

Mi consejo es ir tomando notas de las pistas que vas encontrando o hacerles fotos con el móvil porque a menudo no sabes dónde ni cuando tendrás que usarlas; también recomiendo ir tocando todo lo tocable, que nunca se sabe. Y fijarse mucho en los detalles. En todos los detalles. En cualquier caso según vas avanzando vas pillándole más la lógica a los puzzles de tipo variado que te encuentras y al funcionamiento de la mente de Atrus y cada vez avanzas más rápido. Normalmente.

Aunque la versión para Switch sea nueva se nota que los gráficos son heredados de hace unos años pues no están a la última. Pero personalmente no creo que sea un problema serio porque el juego consigue crear un entorno en el que te ves inmerso independientemente de que a veces veas los pixeles y puedas contar polígonos. Los sonidos ayudan a esa inmersión. Eso sí, me ha parecido que algunas escenas, aún con el brillo de la pantalla a tope, son excesivamente oscuras. Y sí, sé lo de la linterna.

El mayor problema que le he visto, en cualquier caso, es que el desplazamiento a través del entorno 3D con los Joy-Con a veces puede hacer difícil ver lo que tienes que ver en algún punto; para eso, ante la duda, recomendaría activar el modo táctil. Para ello basta con tocar la pantalla y decir que OK. Se desactiva en cuanto mueves de nuevo los mandos.

A veces también es complicado completar alguno de los puzzles en modo 3D porque es complicado colocar según qué cosas en su posición correcta con los mandos. De nuevo recomiendo activar el modo táctil, aunque es incómodo porque tienes que ir metiendo la manaza por medio. En eso se nota que el juego está originalmente pensado para ratón; el no interfaz 3D a veces complica un poco las cosas a la hora de darte cuenta qué puedes hacer.

Un par de bugs que he encontrado es que en algunos sitios –pocos– el juego se pierde un poco y empiezas a desplazarte sin tocar los mandos hasta que alcanzas un punto que al juego le parece bien*. También sucede en algunos lugares que al ponerte en pie después de haber tomado asiento el punto de vista está girado 90º, aunque vuelve a su sitio en cuanto tocas los joysticks. Pero no son fallos graves ni que impidan disfrutar del juego.

Otra cosa a tener en cuenta es que no hay nada traducido al español en el juego. Ni los audios ni los textos que vas encontrando ni nada de nada. Así que si no sabes un mínimo de inglés tendrás complicado pasar el juego. Y más entender la historia que hay detrás.

Historia, por cierto, que ofrece cuatro finales distintos. Así que antes de tomar la decisión que tendrás que tomar una vez alcanzado un punto en el juego recomiendo guardar. Por si acaso no te gustan las consecuencias de la decisión que tomes. El final, también he de decirlo, es un poco anticlimático, aunque está claramente hecho a propósito para que sigas con Riven, el siguiente juego de la saga.

Pero en cualquier caso, como decía al principio, he disfrutado como un enano del reencuentro. Y de, por fin haber terminado el juego. Allá por el 95 se ve que no le dediqué el tiempo o paciencia suficientes. Me parece un juego ideal para intentar enganchar a alguien a los juegos de aventuras pues aunque a veces los puzzles sean un poco frustrantes no hay ninguno imposible ni mucho menos.

*He descubierto que lo que pasaba en realidad es que el mando izquierdo de la Switch está empezando a cascar. Ahora a veces ya le da por mover al personaje a la izquierda independientemente del juego en el que estés.

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