A este paso la productividad de la humanidad conectada a Internet disminuirá a niveles no conocidos desde que se inventara el Tetris, pero ¡qué divertido va a ser! Shaple, de Ravi Parikh, aporta su granito de arena al entretenimiento de los ratos muertos con un juego en el que hay rotar mentalmente las piezas y adivinar cuál de los tres cubos pequeños se corresponde con el cubo grande. Tan sencillo como eso.
O no tanto, porque como los cubos no paran de girar sobre sí mismos y a veces es difícil encontrar la concordancia mental, así que tirando de eliminación y agilidad visual hay que decidirse lo más rápidamente posible. En total hay que resolver cinco problemas.
El resultado se puede copiar en un tuit de colorines tipo Wordle, al que se añade el tiempo en segundos requerido para resolver los cinco problemas planteados. Yo he conseguido bajar de 30 segundos tras practicar un poco, así que como referencia puedes tomarlo como primer reto.
Bonus: La propia existencia de Shaple como es obvio ahonda en la polarización entre wordcels y rotadores de piezas (numbercels) que ya comentamos el otro día y sobre la que se siguen haciendo chistes.
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