Por Nacho Palou — 26 de marzo de 2012
Cuando se coloca el iPhone en un smart pet éste vuelve a la vida como en Reanimator.
Se trata de una especie de Tamagotchi con movilidad que reconoce y reacciona a ciertos gestos, se comunica con otros de su especie (vía Bluetooth), pone carillas y hasta estornuda.
Si el móvil por sí mismo no es capaz de sacarte de quicio seguro que un smart pet de-bandai-que-guay lo consigue.
Vía Touch Arcade.