La física cuántica es complicada, y la computación cuántica ya no veas. Por suerte para ayudar a entender algunas de las ideas y conceptos hay explicaciones tan interesantes y entretenidas como la de The Quantum Game (El juego cuántico).
Se trata de un juego en el que fotones, espejos, detectores, filtros polarizadores y otros elementos interactúan sobre una mesa. Cada nivel del juego plantea un problema y sólo hay que colocar los componentes de la forma correcta –sabiendo lo que hace cada uno de ellos– para resolverlo y pasar al siguiente nivel. Es una especie de «simulador de física cuántica», donde cada componente se comporta más o menos como lo haría en el mundo físico.
Muchos de los conceptos e ideas de algunos de los niveles del juego se utilizan de hecho en computación cuántica. Seamos realistas: no es que gracias a pasar un rato jugando vayas a aprender computación cuántica, pero igual te despeja ciertas ideas. Algunos de los problemas son equivalentes –más o menos– a experimentos físicos reales, así que de ahí también se pueden extraer enseñanzas.
Mención aparte merece el modo infinito en el que en vez de estar limitado el número de objetos que se pueden colocar no tiene límite. De este modo se puede crear cualquier invento cuántico, por complejo o descarriado que parezca y probar qué sucede exactamente cuando se disparan los fotones.
(Vía Motherboard.)