Nunca he sido capaz de hacer un sólo truco con un yo-yo, a menos que lo de hacerlo subir y bajar unas cuantas veces seguidas cuente como tal, pero este artículo de Science News Online acerca de los distintos tipos de yo-yo según el estilo de juego del que lo usa y de cómo los fabricantes están incorporando cada vez más sofisticación en estos apatentemente sencillos juguetes, hasta el punto de que el Freehand Mg, tope de gama de los modelos de Duncan Toys, va a comercializarse este año por 400 dólares, me ha parecido bastante interesante.
En cualquier caso, yo me gastaría esos 400 dólares en libros, o en un objetivo para mi réflex, o en una EOS D30 de segunda mano.