Con las impresoras 3-D se están consiguiendo crear objetos asombrosos, pero uno de los escenarios donde más juego pueden dar es precisamente la creación de complicados e increíbles rompecabezas que hasta ahora era imposible fabricar.
Tradicionalmente los cubos de Rubik distintos de los básicos de 3×3×3, 2×2×3, 4×4×4 y variantes han sido difíciles de fabricar: primero se crean los prototipos en ordenador o a mano y artesanalmente se cortan las piezas con sumo cuidado para comprobar que funcionan bien y que se pueden girar con cierta fiabilidad.
Luego se fabrican moldes metálicos -carísimos- de los que obtener las piezas para su fabricación en serie. Pero para los rompecabezas más complejos esta fórmula a veces no funciona porque construir los moldes es demasiado caro o los mecanismos demasiado delicados.
El X-Cube está «impreso» con una moderna impresora 3-D; se trata de una variante del cubo mágico con forma de X que tiene la dificultad añadida de que no siempre conserva la misma forma sino que los cubitos sobresalen de formas completamente extrañas según los giros que realicen.
Habría que analizarlo con detalle para ver qué grado de dificultad tiene pero desde luego parece más complicado que el 3×3×3 aunque probablemente menos que el 4×4×4 o los de tamaños superiores.
(Vía VentureBeat.)