Por Nacho Palou — 28 de abril de 2009

Astronautas fantasma de la URSS
Grigoriy Nelyubov, eliminado en la fotografía de la derecha y del grupo de los siete (luego seis, los Sochi Six) primeros astronautas de la URSS.

La pérdida de astronautas en el espacio (los llamados cosmonautas fantasma) forma parte de la leyenda -incluso de la conspiranoia- de la carrera espacial. Todos los casos se refieren a astronautas soviéticos y su existencia, nunca reconocida por los soviéticos ni demostradas por otras fuentes, harían de Yuri Gagarin no el primer hombre en el espacio, sino el primer hombre en volver vivo, o al menos con éxito, del espacio.

Hay quien cree que en algún lugar en la vasta oscuridad del espacio, actualmente a unos 9.000 millones de kilómetros del Sol, se encuentra el primer humano a punto de alcanzar los límites del Sistema Solar. Su cuerpo, perfectamente preservado, está congelado a 270 grados bajo cero; su pequeña cápsula lleva 50 años alejándose de la Tierra a casi 30.000 km/h. Sería el primer cosmonauta perdido en el espacio, cuando por un error en la propulsión nunca pudo regresar.

En The Lost Cosmonauts se recopila toda la información relativa a los trabajos de los hermanos Achille y Giovanni Judica-Cordiglia, dos radioaficionados italianos que en los primeros años de la carrera espacial fueron capaces de interceptar las comunicaciones procedentes del espacio desde su estación de Turín, zona de Europa occidental que era parcialmente sobrevolada por las naves soviéticas lanzadas para orbitar la Tierra.

Entre los años 50 y 60 los hermanos pudieron grabar comunicaciones procedentes de las misiones Sputnik y Explorer. La primera grabación significativa la obtuvieron el 28 de noviembre de 1960, cuando reconocieron un señal de socorro (SOS) procedente de un objeto en movimiento, alejándose de la Tierra. Unos meses después, en mayo de 1961 registraron la voz de la que supuestamente habría sido la primera mujer en el espacio, Ludmila Tokovy, pero que en su última transmisión de regreso a Tierra informó que algo iba mal y que "se estaba quemando".

Dos días después de estas grabaciones los soviéticos informaron de un incidente con una nave no tripulada (la Sputnik 7 o Venera 1VA de 7,5 toneladas) que había ardido en la atmósfera durante la reentrada.

La transmisión en audio -y la transcripción en inglés- se puede escuchar en The First Woman in Space.

Según la lista en el artículo Soviet space program conspiracy accusations de Wikipedia (obviamente marcado como falto de neutralidad y veracidad) recoge una quincena de estos casos, además de otros tres casos de astronautas perdidos que de algún modo se han confirmado como falsos.

De todos los supuestos casos de cosmonautas que no existieron el más documentado -pero no por eso necesariamente veraz ni tampoco lo contrario- es el de Vladimir Ilyushin.

Cualquiera de estas historias o teorías deben tomarse como lo que son: leyendas urbanas e historias sin confirmar normalmente relatadas como ciertas por medios conspiranoicos y sensacionalistas como Fortean Times, de cuyo artículo Lost in Space procede la cita inicial.

En Internet también se pueden encontrar opiniones contrarias o páginas que analizan con escepticismo los datos disponibles en la página de los hermanos Judica-Cordiglia.

Por ejemplo, Notes on the space tracking activities and sensational claims made by the Judica-Cordiglia brothers concluye que, aunque el hackeo de radio de los hermanos efectivamente les pudo permitir captar señales procedentes de las primeras misiones espaciales, «por algún motivo [Achille y Gian] creyeron necesitar historias sensacionales para mantener candente su actividad; una vez que malinterpretaron algunas de las señales interceptadas y despertaron el interés se vieron atrapados en la necesidad de crear más historias conmovedoras [...] que se han mantenido en la memoria de la gente a lo largo de los años, que es exactamente como comienzan y se perpetúan los mitos.»

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