Si te preocupan los supuestos efectos radiactivos de la calima o andas buscando pastillas de yodo en las farmacias con el mismo ansia que el codiciado aceite de girasol*, ¡cuidado! Tras estas dos crisis hay sendas desinformaciones que por desgracia están circulando mucho por las redes sociales cual leyendas urbanas maliciosas.
#1 – «Puedes comprar pastillas de yodo en la farmacia para protegerte de un ataque nuclear.» (Realidad: NO)
Básicamente las dosis de este medicamento son muy distintas en su versión comercial respecto a la versión «tras un ataque nuclear» que suministrarían –hipotéticamente– las autoridades sanitarias:
Las cápsulas o comprimidos de yodo potásico que se venden las farmacias no valen para eso. [Los farmacéuticos] sólo nos encargaríamos de participar en la distribución de las pastillas usadas en caso de accidente nuclear, pero no las tenemos. Sólo las fabrican un par de laboratorios en España y el Ministerio de Defensa. Y su presentación es distinta.
Véase La fiebre del yodo, la pastilla de las farmacias no es la que se usa ante amenaza nuclear (Newtral). Y, en caso de ataque nuclear, recuerda: estás bien jodido pero, ante todo, mucha calma. Siempre puedes recurrir al viejuno libro de la Guerra Fría que explica en 320 páginas las habilidades para sobrevivir un ataque nuclear.
#2 – «La calima que está llegando a España estos días es radiactiva y contiene trazas de Cesio 137.» (Realidad: NO)
Esta desinformación proviene de una noticia antigua de 2021 y ya entonces no tenía mucho fundamento. Tal y como explica @OperadorNuclear:
La información, reciclada de 2021, se basa en un informe francés que indicaba una actividad de cesio-137 de 80.000 Bq/km². Como referencia, un cuerpo humano de 70 kg de masa tiene una actividad radiactiva natural de unos 8.000 Bq.
Así que simplemente siguiendo las recomendaciones habituales de salud respiratoria para estos casos (mascarilla FFP2, reducir actividad, precaución en carretera y mantenerse hidratado) estarás bien.
_____
* Chistes aparte, el dueño de Mercadona también dice que «no hay desabastecimiento».