Por @Wicho — 22 de agosto de 2017

All that outer space allows, por Ian SalesEn All That Outer Space Allows, el cuarto volumen de The Apollo Quartet, Ian Sales vuelve a plantear una realidad alternativa a la nuestra en la que existe el Programa Apolo de la NASA, pero de una forma ligeramente diferente a la que conocemos.

En este caso es la realidad que más se parece a la nuestra de todas las que plantea, pues la única diferencia está en que los puestos de James Irwin, seleccionado en 1966 para el quinto grupo de astronautas de la NASA, y su esposa Mary son ocupados por los inexistentes Walden Jefferson Eckhardt y su esposa Ginny, que es la verdadera protagonista de la historia.

Sales la utiliza como ejemplo de mujer con voluntad y ambiciones propias, algo que la separa mucho de lo que la NASA espera de las esposas de sus astronautas, a las que pretende ver convertidas en poco más que una especie de accesorios de éstos, para criticar la actitud de la agencia y de los propios astronautas con ellas. Critica también el que tardaran tantos años en considerar dar plazas de astronautas a mujeres, y de hecho las Mercury 13 son mencionadas en varias ocasiones.

Pero también utiliza la carrera semisecreta –ni su esposo ni la NASA ni las esposas de los otros astronautas la aprobarían– de Ginny como escritora de ciencia ficción bajo el seudónimo de Virginia G. Parker para criticar el machismo presente en el mundo de la ciencia ficción de aquella época –quizás, sólo quizás, un tanto rebajado en la actualidad– y que hizo que muchas escritoras a las que homenajea en el texto tuvieran que escribir también con seudónimo.

Sales recurre a él mismo como narrador que sabe cosas tanto de la realidad en la que viven Ginny y Walden como de la nuestra para poner las cosas en contexto y riza el rizo cuando plantea la posibilidad de que en la realidad alternativa de este relato Ginny hubiera concebido las dos primeras novelas de The Apollo Quartet, A la deriva en el Mar de las LLuvias y El ojo con el que el universo se contempla a sí mismo, de las que incluso incluye algunas palabras.

En palabras del narrador:

El programa Apolo es una aventura maravillosa, un empeño asombroso, y Ginny cree que sería que sería una pena que la ciencia ficción lo ignorara. […] Llora porque ve como su marido está viviendo su sueño… Continuará reescribiendo el programa espacial en ciencia ficción como algo puramente femenino porque es todo lo que puede hacer.

Una especie de metarelato que, para mí, es el mejor de los cuatro de The Apollo Quartet y más que recomendable por los tres euros que cuesta en formato Kindle.

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