Por @Wicho — 11 de septiembre de 2018

La aventura de tu cerebro por María José Mas

Sí, la herencia genética es la que determina las aptitudes de un individuo, pero es la experiencia la que las habilita. En otras palabras, sin genética no hay nada, pero sin estímulos no hay construcción cerebral posible.

– María José Mas,
neuropediatra

Con unos 86.000 millones de neuronas y uno 900 billones de conexiones entre ellas nuestro cerebro es la estructura más compleja que conocemos. Tanto que desde el momento de la concepción tarda 9 meses y 20 años más en terminar de configurarse para que cada uno de nosotros sea quien es.

La aventura de tu cerebro de maría José Mas cuenta este apasionante proceso. Pero cualquier historia necesita contexto, con lo que el libro parte de una sencilla descripción de nuestro sistema nervioso y de como la mezcla de los genes de nuestros dos progenitores, en la que el azar juega un papel importante, empezando por que se conozcan en un momento dado, es la base de todo lo que podemos ser después. María José habla también de como el embarazo y el nacimiento modifican el cerebro de padres y madres y de cómo es fundamental su papel a la hora de proporcionar no sólo cuidados sino también estímulos al bebé, al niño, y al adolescente, estímulos que no son menos importantes que esos cuidados.

Luego el texto va siguiendo cronológicamente las diferentes etapas del neurodesarrollo de una persona, desde dentro del útero materno hasta los 20 años –más o menos– a los que nuestro cerebro ha terminado de configurarse, de formar los circuitos que nos servirán para enfrentarnos al mundo y que nos harán ser quienes somos.

Son etapas que todos cubrimos*, en condiciones normales, en un orden y momentos determinados y durante las que se van creando y afianzando muchas conexiones entre neuronas, al mismo tiempo que otras se podan para que todo funcione como debe. Vamos adquiriendo nuevas habilidades físicas que nos permiten tener un control cada vez más fino de nuestras extremidades, lo que eventualmente nos dejará aprender a escribir; aprendemos a andar, lo que nos va dando independencia… pero también vamos adquiriendo nuevas habilidades mentales que van íntimamente relacionadas con esos avances físicos.

Pero ojo, los avances que describe el libro tienen siempre una cierta variabilidad en el tiempo, así que es muy importante tener esto en cuenta para no agobiarse si creemos algún paso se está retrasando o parece que no se produce como debería. Y en caso de dudas, siempre hay que acudir a un profesional, que con su formación y experiencia sabrán valorar cada caso. No vale con ir a Internet a consultarlo.

Y al final de todos estos años de creación y poda de conexiones, de estímulos y de experiencias el proceso de maduración, como dice María José, puede considerarse concluido, con lo que el niño se habrá hecho adulto y habrá alcanzado su máximo potencial.

Es una historia apasionante porque no sólo habla, como decía antes, de la estructura más compleja que conocemos, sino que habla también de aquello que hace que cada uno de nosotros seamos cada uno de nosotros. ¿A quién puede no interesarle ese tema?

*Y no, no todos gateamos.

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