Por Nacho Palou — 11 de diciembre de 2012
Blackstrap coge la cola de artículos pendientes de leer, guardados en servicios como Pocket o Instapaper —lo que quepa en 50 páginas—, y los convierte en un libro en papel que a las pocas semanas llega por correo.
De momento ahí queda la idea, y es chula. Otra cosa es que esas 50 páginas acaben en el montón de libros pendientes de leer, porque lo procrastinado ni se resuelve ni desaparece, y aunque cambie de sitio, de formato o de dimensión sigue estando procrastinado.