Por @Alvy — 1 de agosto de 2019

Elige tu propia aventura: Viaje bajo el mar

Sarah Laskow escribió un curioso análisis para Atlas Obscura acerca de los libros infantiles de la colección Elige tu propia aventura, esas pequeñas novelas que –quien más, quien menos– hemos leído todos alguna vez (datan de 1979). Leído e «interactuado» con ellas. Son como el Bandersnatch de Netflix, pero en edición papel.

Los mapas, que publica ChooseCo en las nuevas ediciones de estos clásicos, dejan ver de forma esquemática cómo es la estructura de cada libro: varias escenas que llegan a un punto en el que se bifurcan (o trifurcan) dando lugar a nuevos escenarios en los que puede haber nuevas bifurcaciones. En algunos puntos la historia se acaba: el libro y la diversión terminan, pero si quieres puedes reelerlo una y otra vez eligiendo otra senda distinta de los acontecimientos.

Christian Swinehart

Viaje bajo el marChristian Swinehart publicó hace tiempo un análisis similar pero más profundo clasificando los distintos tipos de finales, analizando la forma en que se suelen leer (y escribir) estas aventuras y otras curiosidades.

En muchos de los libros no hay un «final ganador», sino varios finales posibles. En la edición moderna de Viaje bajo el mar, por ejemplo, hay 42 finales distintos: te puede comer un tiburón, quizá te implanten agallas o encuentres Atlantis.

Para alargar las historias en algunas de las aventuras se utilizan lo que en el mapa son las líneas de puntos: indican una vuelta atrás o salto a ciertos escenarios pero también –como no podía ser de otra manera– saltos mediante viajes en el tiempo, ya sea con algún artefacto, magia o fenómeno sobrenatural.

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