Me encontré por ahí con una referencia con esos impresionantes símbolos demoníacos de La llave menor de Salomón (Lemegeton Clavicula Salomonis) que al parecer es uno de los más «populares» libros de demonología. Cada uno de los 72 símbolos es algo así como el emblema de uno de los demonios del Ars Goeatia, otro libro dedicado a invocar a estos seres del inframundo.
Los símbolos se han utilizado durante siglos tanto en libros como en tatuajes y videojuegos, supongo que porque sus diseños son bastante curiosos y crípticos, tanto como los nombres de los propios demonios: Asmodeus, Balam, Vine, Zagan, Zepar, Bathin… Desde luego dan para una buena lista de nombres de discos duros, servidores o lo que tengas que catalogar. (Hay gente que hace lo mismo pero con personajes de Shakespeare o de El Señor de los Anillos).
Toda estas literatura de temas demoníacos se remontan al siglo XVII, aunque hay una versión revisada y modificada –como suele suceder con los documentos históricos– por Samuel Mathers en 1904, que es donde se introdujeron estos símbolos.
Aquí no creemos en estas cosas, más que nada porque sabemos que el Gran Monstruo Espagueti Volador nos protege y cuida de nosotros con su apéndice tallarinesco. ¡Ramén!