Por @Wicho — 1 de Junio de 2015

El peligro de creer por Luis Alfonso Gámez

5 estrellas: muy bien escrito y documentado El peligro de creer. Luis Alfonso Gámez. Ed. Léeme, 224 páginas.

Las 224 páginas de este libro están llenas de médiums, parapsicólogos, zahoríes, grafólogos, homeópatas, videntes, telepredicadores, quiroprácticos… Aunque también sale buena gente como hombres de ciencia y magos empeñados en desenmascarar a esta gente.

A lo largo de los siete capítulos del libro Luis Alfonso va explicando el origen de cosas como el espiritismo, la homeopatía, o el miedo a las antenas de telefonía móvil, por citar sólo algunos casos de los que trata, dejando muy claro en todos los enormes sinsentidos –y engañabobos– que son.

Y eso por no hablar de que los ya citados médiums, parapsicólogos, zahoríes, grafólogos, homeópatas, videntes, telepredicadores, quiroprácticos y demás casi siempre usan sus supuestas habilidades o conocimientos para abusar del dolor y del miedo de la gente y sacarle dinero, cuando no ponen directamente en peligro su salud aconsejándoles dietas o tratamientos descabellados para enfermedades muy graves, llegando a causar muertes que quizás podrían haberse evitado.

Porque creer, al contrario de lo que dicen muchos, sí puede ser peligroso y dañino.

De hecho este libro tiene su origen en una charla a cargo de Luis Alfonso celebrada en el EBE de 2011 titulada precisamente Ciencia e inconsciencia: el peligro de creer:

Claro que en las algo más de doscientas páginas del libro entra en bastante más detalle de lo que lo pudo hacer en su media hora de charla de aquel EBE, con argumentaciones documentadas y un montón de referencias para seguir estudiando cada uno de los asuntos tratados si uno así lo desea.

Es un libro de cuya lectura he disfrutado enormemente y que he devorado en un par de tardes.

José A. Pérez Ledo, más conocido como @mimesacojea, cuenta en el prólogo de libro lo que pasó cuando conoció a Luis Alfonso y le dijo que le gustaba el trabajo que hacía –y hace– de desenmascarar mitos y pseudociencias: «Sus ojos se iluminaron y aquel hombre de casi cincuenta años tuvo, de pronto, no más de diez».

Y se nota el efecto de ese entusiasmo rejuvenecedor al leer el libro.

Además, al contrario de lo que se pudiera pensar, no es un libro escrito para escépticos, aunque nos pueda proveer de numerosos argumentos a la hora de hablar sobre los temas de los que trata, sino de un libro que cualquiera puede leer, en especial si cree en estas cosas, para que, como poco, empiece a planteárselo.

Afortunadamente, al menos en algunas librerías, parece que así lo han entendido:

El libro de Gámez en la FNAC
Foto de Juan José Saenz, usada con permiso

En definitiva, un libro altamente recomendable por su contenido, que además goza de una edición especialmente cuidada.

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