Por @Wicho — 13 de agosto de 2006

El profesorEl profesor. 3 estrellas: correcto Frank McCourt. Maeva, 4 de mayo de 2006. ISBN 8496231828. Español. Original en inglés: Teacher Man.

Antes de empezar su carrera como escritor con Las cenizas de Ángela (Angela's Ashes) Frank McCourt pasó toda su vida laboral como profesor en distintos institutos de Nueva York, con la excepción de un par de años que pasó en Dublín intentando conseguir el doctorado.

Esto ya lo sabes si has leído Lo es ('Tis), la continuación de sus memorias una vez que consigue abandonar Irlanda para irse a vivir de nuevo a Nueva York, pero como reconoce al principio de El profesor al autor le quedó el gusanillo de haber contado esta parte de su vida con algo más de detalle en Lo es, con lo que decidió escribir un nuevo libro al respecto.

Comienza con su incorporación como profesor novato al mundo de la enseñanza y con anécdotas e historias sacadas en su mayoría de sus clases y en otros casos de su vida privada va contando como poco a poco fue consiguiendo ganar confianza en si mismo, basándose en su instinto y en su habilidad para contar historias, a menudo saltándose las normas establecidas -de hecho estuvieron a punto de despedirlo tras su primer día de trabajo por comerse el bocadillo de un alumno- y los consejos de otros profesores a la torera.

Cuenta también la enorme suerte que supuso en su momento que en diversos momentos de su carrera algunas personas confiaran en él, en especial cuando le ofrecieron un puesto de profesor en la Stuyvesant High School, años que ocupan la tercera y última parte del libro y que fueron los más felices y productivos de su carrera y los que le llevaron a decidir intentar de una vez convertirse en escfritor tras su jubilación.

Como es lógico, todo lo que cuenta en este libro podría haber sido incluido en Lo es sin ningún problema -salvo quizás el tamaño del libro que habría resultado- aunque no por ello deja de ser entretenido, con algunas escenas especialmente emocionantes, sobre todo cuando al cabo del tiempo se vuelve a encontrar con algún ex-alumno.

El mayor problema de El profesor, igual que pasa con Lo es, es la inevitable comparación con Las cenizas de Ángela, en la que ambos salen perdiendo, pues aunque el autor es ciertamente muy bueno contando historias, la de su primer libro es de las que te dejan sin palabras por su dureza, lo que no sucede con los otros dos.

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