Por @Wicho — 20 de enero de 2008

El rebaño ciego por John BrunnerEl rebaño ciego 5 estrellas: Muy bueno John Brunner. Grupo AJEC 2007. ISBN: 978-84-96013-36-0. En inglés: The Sheep Look Up.

(Nota: El Grupo AJEC se ofreció a enviarnos un ejemplar del libro por si queríamos leerlo y luego nos apetecía hacer una reseña, como siempre sin ninguna obligación por nuestra parte.)

A finales de la década de los 70 del siglo XX los Estados Unidos se han convertido prácticamente en un estercolero debido a la presión consumista de sus millones de habitantes, que no se muestran dispuestos a renunciar a nada aún cuando entre otras cosas eso les esté costando un país en el que en muchas ciudades ya nadie sale a la calle sin una máscara con filtros de aire si puede evitarlo, en el que ríos y mares están contaminados, en el que la tasa de mortandad infantil no para de subir, y en el que cada vez hay más problemas para tratar las enfermedades y distintas plagas ya que microbios, bacterias, insectos y demás bichos se han ido haciendo cada vez más y más resistentes a fármacos y demás productos químicos.

Por si no les bastara con destrozar su país, los estadounidenses son cada vez más odiados por los habitantes de otros países a los que los productos nocivos de los procesos industriales están afectando seriamente, y ya no es raro que de vez en cuando se produzcan ataques contra intereses estadounidenses o contra sus propias ciudades.

Las únicas grandes beneficiarias de todo esto son las grandes empresas, cuyos beneficios no hacen sino crecer y crecer y a las que nadie puede ni se atreve a controlar.

En este contexto, parte de la población de los Estados Unidos está reaccionando a todos estos problemas uniéndose a los comensalistas, más conocidos como trainitas, quienes siguen las enseñanzas de Austin Train, quien a través de sus publicaciones fue avisando de todos los problemas que se les venían encima.

Los comensalistas propiamente dichos intentan poner en práctica lo que decía Train en sus libros cultivando productos de la forma más natural posible y viviendo de la forma más armónica posible con la Tierra que pueden, pero muchos otros de los autodenominados trainitas, hartos de lo que ven, están empezando a recurrir a la violencia y al terrorismo para intentar llamar la atención de la gente.

Así, Train acaba por ver que no le va a quedar más remedio que volver a salir a la luz tras haber escogido desaparecer de la vida pública decepcionado porque nadie parecía hacerle caso, a ver si en esta ocasión consigue remover las suficientes conciencias antes de que sea demasiado tarde.

Este libro forma parte de la trilogía del del desastre junto con Todos sobre Zanzíbar y Órbita inestable, y siguiendo con el estilo utilizado por el autor en el primero, la acción avanza en múltiples ejes simultáneos que a veces nunca llegan a cruzarse pero que sirven para establecer el contexto de la obra.

Dentro de esta forma de contar la historia a menudo hay secciones de la novela formadas por párrafos aparentemente inconexos que sirven el mismo propósito, y las secciones más largas de la novela no pasan de seis u ocho páginas.

De un modo similar, algunos personajes son mencionados también sólo una o un par de veces con este mismo efecto, y a veces un personaje al que quizás no le habías prestado mucha atención resulta jugar un papel muy importante en el desarrollo de la trama, con lo que toca volver hacia atrás para ver quién era y de dónde sale.

Este estilo de escritura hace que esta novela haya que leerla con atención -quizás anotando en qué página sale cada personaje por primera vez a modo de un dramatis personae casero- pero el esfuerzo merece mucho la pena, aún a pesar de que los años hayan demostrado que Brunner era un poco demasiado pesimista respecto a lo que le estábamos haciendo a la Tierra, lo que no quiere decir que no tenga razón.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar