Extraordinary Origins of Everyday Things. Charles Panati (1987, 1989). Es un entretenido volumen con referencias a los orígenes de las cosas cotidianas: objetos, tradiciones, expresiones… Lo encontré casi por casualidad, a través de una referencia en The Billion Dollar Monopoly Swindle donde se mencionaba que Panati se equivocó al atribuir el origen del juego en su libro a la bien conocida leyenda de
Charles B. Darrow, quien durante la Gran Depresión inventó el juego en 1933, lo vendió a Parker Brothers en 1934, consiguió un copyright en 1935 y se hizo millonario con los royalties…
El libro Contiene casi más de 500 referencias sobre el origen de las supersticiones y costumbres: ¿Por qué el número 13 da mala suerte? Se denomina triskaidekaphobia y hace que en los aviones no haya fila 13, ni piso 13 en muchos edificios. También explica de dónde surgieron las costumbres a la mesa, los objetos de cocina como cafeteras, termos o los envases Tupperware; cuentos infantiles, medicamentos, vestimentas, revistas, juegos…
El autor, casi siempre, proporciona numerosos datos concretos para garantizar el «origen de las cosas», que a veces tienen detrás un descubridor, inventor o personaje concreto (el sandwich), y a veces no (el ajedrez, siglos II al V, en India, Persia o Rusia). Algunas de estos inventos son tan antiguos como la cuchara (de hace 20.000 años) o tan modernos como el microondas (1952). El contenido del libro está lógicamente algo sesgado hacia costumbres y tradiciones anglosajonas y norteamericanas, pero esto no lo hace menos interesante.
Por cierto, el Monopoly fue en realidad inventado (y patentado) por Elizabeth Phillips, en 1904. La patente expiró en 1922 y durante esos años se convirtió en un juego popular en muchos hogares de Atlantic City, especialmente entre la comunidad Quáquera. Charles B. Darrow simplemente lo redescubrió, modificó ligeramente y re-patentó… lo cual en sí es una historia completamente apasionante.
Y sobre la triskaidekaphobia, hay dos orígenes: uno en la mitología nórdica, en una reunión de doce dioses en el Valhala a la que asistió Loki (haciendo el número trece) que resultó traicionado y asesinado; otro en la Cristinana, donde en la Última Cena también se reunieron trece personas (Jesucristo y los doce apóstoles) con la crucifixión como resultado. Ambas historias son sorprendéntemente similares (aunque la nórdica es anterior) y fueron el origen de que el 13 sea considerado como el número de la mala suerte.
Última actualización: agosto de 2020