Bueno, al menos todos los títulos del catálogo de Libranda, la plataforma de distribución de libros electrónicos de las principales editoriales españolas, que son compatibles con mi lector de libros electrónicos…
Que en estos momentos, y por todo lo que se, se reducen a uno, en concreto la versión en ebook de Todo va a cambiar, el libro de Enrique Dans.
Lo cierto es que al no estar protegido por DRM, que es lo que lo hace compatible con mi lector, el proceso no fue una odisea y me llevó como un minuto o dos, incluyendo el tiempo de introducir mis datos en el formulario y el de de descargar los aproximadamente 300 Kb que ocupa el libro en formato ePub.
Aunque ahora, si quisiera añadirle más libros a mi lector, me habría quedado ya sin opciones, a menos sin opciones oficiales.
Mención aparte merece el tema del precio, apenas seis euros más baratos que la edición en formato árboles muertos de tapa dura.
Ya lo he dicho en más ocasiones, pero creo que si las editoriales ofrecieran el libro en papel más la opción de descargarse la versión electrónica por un par de euros más, arrasarían, al menos entre aquellos a los que nos encantan los libros.
También tiene bemoles que junto con la versión para iPhone y el libro en si a estas alturas esta sea la tercera edición del libro que me compro, lo que pone de manifiesto una de las maldades de qué es lo que se compra en soportes electrónicos, que no es la obra en si sino una licencia para usarla en un soporte determinado.
Y también que estoy convencido de que con la llegada de los tablets podrían vender montones y montones de ejemplares en formato electrónico si los pusieran a un precio razonable y el proceso de compra fuera lo suficientemente cómodo, ya que mi impresión es que quien se compre un tablet será mayoritariamente un usuario poco avanzado que preferirá una compra rápida y sencilla que tener que andar buscando otros métodos.
Ah, sí, ¿que cual es mi lector de ebooks para tener tan pocas opciones? Nada, uno de una empresa prácticamente desconocida en el mercado de la informática que se llama iPad y del que van vendidas nada más que 3.270.000 unidades desde que se puso a la venta el pasado 12 de marzo. Y eso que todavía no está disponible en todo el mundo.
No tengo los datos, pero estoy dispuesto a apostar que todas las ventas sumadas de los lectores compatibles con el DRM de Libranda (el de Adobe para ser exactos) están un orden de magnitud por debajo de las del iPad.
Y para más inri, los ebooks de Libranda tampoco son compatibles con el otro lector ese que hacen esos chicos de Seattle que tampoco conoce casi nadie y que se llama Kindle.
La verdad es que si fuera un poquito conspiranoico podría estar convencido de que las editoriales lo están haciendo rematadamente mal a propósito con Libranda para así luego poder decir «¿Veis, lo hemos intentado, pero el libro electrónico no tiene futuro?».
O eso o es que no han aprendido nada de la debacle que ha supuesto para la industria audiovisual su paso a formatos digitales, aunque tampoco es que haya muerto como se viene augurando desde hace años.
Y hablando de música, la adecuada para esta anotación podría ser Walking in your footsteps de The Police a la que, por cierto, puedo enlazar sin problemas par aquellos que viváis en un país en el que esté disponible Spotify, un servicio que está demostrando que es posible hacer las cosas bien en el campo de la distribución electrónica de contenidos.