How the Web was Born: The Story of the World Wide Web. James Gillies, Robert Cailliau. Oxford University Press, 15 de enero de 2000. Inglés.
Al principio este libro parece uno de tantos acerca de Internet, ya que empieza haablando de los fundamentos técnicos de la Red (conmutación de paquetes, TCP/IP, ARPANET...) pero rápidamente pasa a tratar los distintos sistemas de hipertexto y precursores más directos de la web como pueden haber sido el Minitel francés, el Prestel británico o el Videotex desarrollado en Austria, por citar unos cuantos.
A partir de estas premisas cuenta como a Tim Berners-Lee se le ocurrió que podía adaptar Enquire Within, un programa que había creado para su uso personal, a las necesidades del CERN de disponer de un sistema para acceder a la enorme y diversa cantidad de información que había en sus sistemas informáticos, y cómo con la ayuda de Robert Cailliau puso un protoripo en marcha.
La genialidad del diseño es que podía apuntar a cualquier tipo de documento, estuviera éste o no en un ordenador del CERN, y en el formato que fuera, ya que su diseño era extensible.
Gracias a la visión de futuro de su jefe Mike Sendall, que aunque no acababa de entender el concepto creyó ver en él grandes posibilidades, el proyecto fue saliendo adelante hasta convertirse en la World Wide Web, el servicio más popular de Internet, proceso que va contando el libro sin meterse en tecnicismos innecesarios y de una forma muy entretenida.
Termina relantando el tormentoso proceso de creación del W3C (World Wide Web Consortium), en el que la distinta forma de ver las cosas entre el CERN y el MIT estuvieron a punto de suponer que Europa quedara descolgada de este organismo y por tanto del futuro desarrollo de la web, aunque las cosas afortunadamente se arrreglaron cuando el CERN decidió apartarse del proceso para centrarse en la construcción del LHC (Large Hadron Collider) y cedió su puesto al INRIA.
Se trata, en definitiva de un libro muy interesante, aunque al estar publicado en 2000 todavía habla de la guerra de los navegadores como algo en curso y todavía por decidir.
Tim Berners-Lee cuenta su versión de esta historia en Weaving the Web, un libro que tampoco está nada mal.