La ecuación Dante. Jane Jensen. La Factoría de Ideas, 2006. ISBN: 8496525961. Español. 827 páginas. Original en inglés: Dante's Equation.
Durante la Segunda Guerra Mundial el rabino Yosef Kobinski desaparece del campo de concentración de Auschwitz delante de las narices de sus vigilantes sin dejar rastro y sin que durante años se vuelva a tener noticia de él, hasta que en la actualidad su nombre vuelve a salir a la luz en las investigaciones que Denton Wyle, un redactor de una de esas revistas «de lo paranormal», lleva a cabo sobre despariciones de personas; al mismo tiempo el rabino Aharon Handalman, un estudioso del código de la Torá, descubre que el nombre de Kobinski aparece en este un número sorprendente de veces, a menudo unido a términos como arma o destrucción.
Por otro lado la física Jill Talcott, usando el primer ordenador cuántico del mundo, parece haber dado con la ecuación que rige el funcionamiento del universo, una fórmula que sin que ella lo sepa ya había escrito Kobinski, quien además de un estudiante de la Cábala era un brillante físico, en El Libro del Tormento, un manuscrito que había terminado durante su estancia en Auschwitz cuyas hojas se hallan dispersas por todo el mundo y que tanto Wyle como algunos otros personajes intentan reunir.
El trabajo de Talcott podría suponer un enorme peligro, ya que manipulando la onda que describe su ecuación se podría manipular el mundo, o, a menor escala, el destino de un país, lo que convierte su investigación en un arma potencialmente muy importante, por lo que los militares de los Estados Unidos se ponen en marcha para intentar hacerse con su trabajo, mientras que Haldaman, gracias a sus contactos con el servicio secreto israelí intenta localizarla para explicarle lo peligroso que el código de la Torah indica que es lo que está haciendo.
Tras las correspondientes persecuciones y huidas por los pelos de los personajes de la novela, una noche acaban preseguidos y perseguidores en los bosques cercanos a Auschwitz, donde sin proponérselo activan una especie de «puerta interdimensional» por la que caen algunos de ellos, momento en el que la novela deja de ser una novela de espías para convertirse en cuatro historias separadas, una tipo dragones y mazmorras, otra similar a la de los morlock y los eloi en La Máquina del Tiempo, otra tipo 1984 y otra tipo El Planeta Prohibido que no vuelven a converger hasta el final.
En la portada de este libro lo venden como «el libro que recomiendan leer en Estados Unidos tras El Código da Vinci», pero la verdad es que a mi no me enganchó nada, al contrario de lo que ocurrió con El Código da Vinci, que sin ser un buen libro al menos me pareció entretenido.
La primera parte me pareció un thriller de espías normalito aunque aceptable, pero el problema es que la segunda parte hace aguas por todas partes y le sobran páginas; la transición entre un tipo de novela y las otra cuatro no acaba de funcionar, los personajes son excesivamente estereotipados, y además la traducción tampoco ayuda nada.
Un ejemplo, de la página 519: «El día fue largo y aburrido y ni siquiera pudo encontrar a John para dispararle a la brisa o para ir a nadar.» Que yo sepa, «dispararle a la brisa» es una expresión no existe en español y no es otra cosa que una mala traducción de shooting the breeze, que en inglés quiere decir estar de cháchara.
Tampoco ayuda nada que el ejemplo que ponen al principio del libro sobre el funcionamiento del código de la Torah, que dejan en inglés, imagino que para evitarse tener que traducirlo, tampoco funcione; aunque no te creas nada del susodicho código lo menos que podían hacer era poner un ejemplo correcto.
Casi diría que lo mejor del libro es que el proyecto HAARP sale durante unas cuantas páginas.
Actualización: Agustín nos escribe para comentarnos que está bastante de acuerdo con la valoración que hacemos de este libro, pero aprovecha también para recomendarnos el anterior libro de la autora, Judgment Day, aunque por lo visto no está editado en español.