Por @Wicho — 14 de marzo de 2006

La historiadoraLa historiadora. Elisabeth Kostova. Umbriel Editores 2005. ISBN: 8495618877. Español. [en inglés]

Escrita 38 años después de que sucedieran los hechos que relata, esta novela es la memoria de como la protagonista emprende un viaje en pos de su padre cuando este desaparece para ir a buscar a la madre de la protagonista… a la que se supone muerta desde hace años.

Para explicar esto la protagonista va intercalando en el relato de su viaje detalles de viajes anteriores que hizo ella con su padre en los que este le va contando a su vez un viaje anterior que hizo buscando al profesor Rossi, su amigo y director de tesis, desaparecido en extrañas circunstancias años atrás, relato dentro del que a su vez se van intercalando también explicaciones acerca de otro viaje anterior del profesor Rossi con la intención de localizar la tumba de Vlad Tepes, más conocido como Drácula, quien según se van dando cuenta los protagonistas podría en efecto ser un vampiro y estar aún haciendo de las suyas en pleno siglo XX, lo que podría llevarles a enfrentarse a un destino peor que la propia muerte.

Uno de los problemas fundamentales de la novela es que le sobran algunos cientos de páginas de las casi setecientas que tiene, ya que se repite una y otra vez la misma fórmula:

  1. Alguno o algunos de los protagonistas llegan a una biblioteca de una universidad, monasterio o similar.
  2. Entre cuchipanda cuchipanda toman contacto con alguna persona que les ayuda a dar con la pista necesaria para el siguiente paso.
  3. En algún momento dado alguien les roba alguna de sus pertenencias o revuelve sus habitaciones en busca de algo.
  4. Viaje a su nuevo destino.
  5. Repetir los pasos anteriores en otra ubicación y/o época.
Lo que hizo que cuando llevaba poco más de un tercio del libro estuviera a punto de dejarlo, cosa que ojalá hubiera hecho visto el resultado final.

Otro problema es que la presencia de los vampiros en la novela jamás llega a ser demasiado inquietante, pues los únicos que se acercan a los protagonistas son «curritos» de Drácula que huyen a la mínima. Y se supone que los vampiros tienen que dar miedo, ¿no?

Pero lo peor de todo, y ojo que viene un importante spoiler, es que cuando por fin aparece Drácula lo único que hace es soltarle unas parrafadas a Rossi, para al final del libro morir en plan pardillo a manos de la madre de la historiadora, en un final precipitado y totalmente anticlimático que sucede en unos pocos párrafos, como si a la autora se le hubiera echado encima la fecha de entrega de la novela o se hubiera hartado repentinamente de escribir.

Para colmo de males la novela tiene un epílogo que deja claramente abierta la posibilidad de enganchar con una hipotética segunda parte, aunque lo que sucede en este epílogo se contradice, al menos en apariencia, y si no que alguien me lo explique, completamente con lo que pasó unas páginas antes.

A menos, claro está, que la autora vaya a hacer algún tipo de trampa o revelarnos que la protagonista sufre de doble personalidad o algo parecido, porque al fin y al cabo la pela es la pela.

Definitivamente es el peor libro que he leído en mucho tiempo, bastante peor incluso que Zigzag, que aunque está cargado de tópicos por lo menos engancha y tiene unas cuantas páginas menos que este.

Huye de él como de la peste o de un vampiro de los que asustan de verdad.

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