La lira desafinada de Pitágoras – Cómo la música inspiró a la ciencia para entender el mundo. Por Almudena Martín Castro. HarperCollins Ibérica S.A. (18 de mayo de 2022). 360 páginas.
En la Grecia clásica Pitágoras y sus seguidores descubrieron, entre otras muchas cosas, que había números sencillos que gobernaban la relación entre las cuerdas de su lira que hacía que sonaran de forma armónica. Pitágoras se enamoró de esos números y de esa sencillez y decidió que servían para explicar a todo. Y ahí ya no llevaba tanta razón.
Pero sin embargo ese sentimiento de que el mundo tenía que ser explicado mediante números sencillos y explicaciones bellas no sólo lo sobrevivió a él sino que 2.500 años más tarde sigue influyendo en la ciencia. Aún hoy en día se sigue diciendo que las teorías de las que nos valemos para explicar el mundo tienen pinta de ser ciertas si son bonitas, lo que normalmente se asocia a que sean sencillas. En cambio, cuanto más complejas es una teoría y más cosas incluye, más se tiende a desconfiar en ella.
Claro que al universo le importa más bien poco lo que nosotros consideremos que es bonito. De hecho tan siquiera estamos de acuerdo acerca de la «bonitura» de las cosas entre las distintas culturas en las que nos hemos repartido.
Almudena hace en este libro un recorrido que va, literalmente, del Big Bang al reguetón, en el que explica de forma fascinante la profunda y no siempre fácil relación que ha existido –y existe– entre música, física y belleza a lo largo de la historia. Un recorrido que te llevará a entender como probablemente no habías hecho nunca esa relación y a descubrir un montón de detalles acerca de los avances de la ciencia que ni sospechabas.
Como por ejemplo que el número áureo ha sido metido con calzador en muchas creaciones artísticas de la antigüedad y el Renacimiento aunque sus creadores serían los primeros en saberlo –diga lo que diga Internet–. O que la lira de Pitágoras no sonaba del todo bien porque para que sonara bien tendría que haber estado algo desafinada, como lo están todos los instrumentos que escuchas aunque no te des cuenta. Y eso es algo que a él no le habría cabido en la cabeza. O que si los colores del arco iris son siete también es culpa de Platón aunque fuera Newton más de mil años después del griego el que los enumerara. O que si el universo primigenio no hubiera cantado con un perfil de frecuencias determinado hoy no estarías aquí para leer esta anotación. O para leer el libro de Almudena. Que ya estás tardando si no lo has hecho.
En fin, que me ha parecido una verdadera delicia de libro en el que se nota en cada página el cariño con el que está escrito, aunque el último capítulo y la coda me han parecido especialmente sublimes. Es, además, de esos que tienen la virtud de poder enganchar a cualquier tipo de persona, ya sea de ciencias o de letras. Que si llevas algún tiempo leyéndome sabes que odio esa división. Pero para entendernos.
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